Cocoa Viajes

Con lo bien que se está en casita. ¿Verdad?
Sin tener que andar haciendo maletas. Qué pereza eso de pensar qué te llevas y que no. Y meter todos los “por si acaso”: esto por si llueve, esto por si hace frío, esto por si me brean los mosquitos…
Ufff.
Por no hablar de todo el estrés de los aeropuertos. Primero que si en la cola de facturación y luego hasta entrar al avión. Quita, quita… con lo fácil que es coger el coche y conducir hasta Motril. Día de playa y te dejas de líos.
Luego está eso de llegar a un país desconocido donde todo es extraño y diferente. Donde la gente viste y se comporta de forma que nunca habías visto.
Sentir que estás en otro mundo.
Los aromas, los paisajes, los sonidos, todo es nuevo.
En serio, ¿para qué?
Si lo haces te va a tocar vivir la aventura.
Tener que pellizcarte a menudo.
Conocer ciudades donde perderte y toparte con sorpresas que no salen en las guías.
Desconectar de tu vida para volver a conectar contigo. Una frecuencia que con la vorágine del día a día casi habías olvidado.
Volver a sentir.
Poner a prueba tu paladar con los platos típicos de cada lugar y descubrir que hay vida más allá de las tapas. 
Conocer otras culturas que te harán cuestionar tus creencias y abandonar tu zona de confort. Con lo bien que se está ahí.
Bañarte en playas con la única compañía de tu pareja.
Contemplar de cerca animales salvajes que solo habías visto en los documentales de la 2.
Respirar el olor que dejan las lluvias a su paso por la selva.
Entablar conversaciones con personas que hablan un idioma que no comprendes y con las que sin embargo te entiendes a la perfección.
Llegar a la cama exhausto, pero con una sonrisa en la boca.
En serio, ¿para qué viajas?
Si lo haces vas a cambiar. 
Vas a volver a casa pero ya no serás la misma persona.
Algo en ti será diferente.
Tendrás que hacer hueco a todos los recuerdos. A los materiales y a los que se quedarán grabados en tu cabeza para siempre.
De verdad, si lo haces, no hay marcha atrás: querrás volver a sentirlo una y otra vez.
Una y otra vez.
Porque descubrirás que vivir sin sentirlo, ya no es la misma vida.
Estás a tiempo.

Nuestro trabajo es mucho más que organizar viajes.
Esa es la parte que tú te llevas, sí. Pero para llegar hasta ahí y ofrecer lo mejor hace falta algo más:
Explorar, innovar, conocer las mejores rutas para que exprimas al máximo el tiempo de tu viaje.
Estar al día, saber cuándo es mejor viajar a cada sitio y por qué, aprender cuáles son esos lugares mágicos vacíos de turistas y en los que disfrutar como un local más.
Decir no a los circuitos habituales e ir más allá.
Y en definitiva: 
Utilizar nuestra experiencia y nuestro incansable afán por conocer el mundo para diseñar viajes diferentes que no encontrarás con otro proveedor.
En Cocoa nos gusta decir que nuestros viajes están “vivos”. No vendemos paquetes al uso, sino que adaptamos cada viaje a las circunstancias y apetencias del viajero.
Porque no es igual viajar con niños, que en pareja, o hacerlo solo.
Cada una de las personas que conformamos el equipo estamos especializadas en un destino y nos encargaremos de asesorarte para que tu viaje se adapte a ti y no al revés.
Aviso: te sentirás tan arropado durante el proceso que hasta nos cogerás cariño y querrás llevarnos de cañas.
Y la que avisa…